jueves, 3 de diciembre de 2009

I

¡Tan!¡Tan!
Sonaba imponente la torre del Big Ben mientras despegaba los ojos luego de una larga noche de insomnio, pañuelos descartables y píldoras para dormir.
Se había ido.Se había ido para no volver.Yo sabía que tenía sus razones, por ello no pude hacer más que esforzarme por comprender, y abrazarlo fuerte en el momento en que me comunicó su decisión.
Ahora entre las 4 paredes de mi apartamento,que cada vez se asemejaba más a una jaula librada a la desidia, no podía hacer más que recordar y sentirme vacía...
Estaba sola otra vez.

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